Para quién trabajas?
Actualizado: 7 abr 2021

En algún momento te has preguntado: ¿Para quién trabajas?
Las respuestas más comunes son:
1. Para quien me paga?
2. Para mí mismo?
3. Para mí familia?
Piénsalo bien antes de responderte. Yo me hacía esa misma pregunta hace tiempo cuando sentía que trabajaba demasiado y tenía pocos resultados.
Si seleccionaste la segunda opción, te cuento que es así. La mayoría de nosotros trabajamos para satisfacer nuestras necesidades propias. Dedicamos muchísimas horas para el trabajo, hacerlo bien o mal, estará relacionado normalmente en cómo nos sentimos durante ese tiempo, y según nos sintamos al final, es el reflejo de cómo vivimos.
Por qué te hago esta reflexión… muy simple. Porque hasta que no desnudé mis razones reales, no podía mejorar mis resultados y transformarme en lo que soy hoy.
Lo segundo después de este análisis es entender nuestro cerebro:
Por qué mi cerebro me habla más alto de lo que quiero y no de lo que tengo que escuchar o hacer. Parece que siempre tiene una medida alterna a mis necesidades.
Por ejemplo:
- Si quiero levantarme temprano, lo primero que pensaba era: 5 minutitos más…
- Si quería hacer ejercicios, veamos primero las rutinas pensaba y así pasaba horas.
- Si quería evitar comida chatarra, me decía es solo por hoy…
El cerebro siempre intentando que continúes realizando las mismas costumbres (hábitos) que has realizado por años. Por eso, para manejarlo:
1. Ignóralo, sabes que lo tienes que hacer. Sólo hazlo.
2. Empieza en pequeños pasos. Es bueno crear metas altas, pero logrables. Recuerda el 1% diario de mejora te dará mejores resultados que hacer todo de golpe.
3. Crea el hábito. Una vez esto se consiga, no tendrás que lidiar con el cerebro.
Si aún te sigue dando problemas, piensa en tus metas, colócalas en un lugar visible hackea tu cerebro de acuerdo a tus términos. Ponle nombre preciso a cada temor en tu vida. Cuando lo entiendas, entonces sabrás cómo renunciar a él y controlar tu vida.
La causa de muchos de nuestros fracasos son los pensamientos negativos, que muchas veces son el reflejo de experiencias de otras personas en nuestras vidas.
Tú no obtienes lo que quieres, sino lo que crees. Empieza a cambiar tus pensamientos con un mantra positivo. Eso sin duda te ayudará a cambiar el chip.
Los seres humanos le tememos a muchas cosas, pero entre ellas podrías enumerar
a. Lo desconocido.
b. Las deudas
c. A la muerte
d. A la soledad
e. Al fracaso
Programar nuestra mente toma tiempo, pero vale la pena. Si te permites incluir un pensamiento positivo, por cada negativo que tengas de manera constante, entonces empezarás a lograr lo que te propongas.
Cuéntanos como tu mente te sabotea al querer cambiar tus hábitos y que has hecho para lograr cambiar el chip.